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jueves, 20 de octubre de 2016

Viaje | Vol. II "La Vuelta de la Vuelta"

   Así que volvimos a Capilla del Señor.
Ésta vez fuimos desde Pilar, vía bondi. Fue mucho más rápido, por lo que pudimos estar cerca de la 1pm en Exaltación de la Cruz. Una vez más, era un cachivache andante, con una bolsa de manzanas colgando de mi mochila, lo mismo que un pequeño monedero que convenientemente enganché a ella, un vaso térmico en uno de los bolsillos... pero en esta oportunidad ya sin el carrito :D 
   Detalles que no son realmente importantes, pero para que se den una idea de que claramente toda nuestra presencia decía "TURISTA".

  Ir solamente a filmar, ya prescindiendo del equipo de grabación de audio, las cámaras analógicas y otras tareas, alivianó bastante la mente como para poder estar alertas a situaciones, puestas de cámara o lugares que nos llamaran la atención. Fuimos barajando distintos enfoques o conceptos para volver a filmar - habiéndolo conversado previamente en el taller, con los contactos de las fotos analógicas:
  • Velado. ¿cómo sería un efecto de velado analógico en un video? ¿Y si se viera solo una parte del video y el resto no? El espectador tendría que llenar esa información...
  •  Contrastes. La marcada diferencia entre ese particular viaje en tren - con todo su ruido, las piedras, el movimiento - y la tranquilidad casi en demasía del pueblo, sus ritmos, sus modos.
  •  Escalas. En el primer viaje (y también en éste), aunque no pulcramente registrados en el primer registro de video, hubo momentos, fenómenos u objetos significativos. (Un paraguas que no pasaba entre un árbol y una pared, hormigas, la fuente de la plaza, un mini obelisco). Jugar con ellos, cambiando las cosas de lugar, combinándolas entre sí...
  • Sobreimpresiones. Manu y Diego usaron la doble exposición en algunas de sus tomas, por lo que también consideramos la idea de ver cómo implementarlas en video.


Los dos videos que presentamos para el lunes. 
Más videos en ésta entrada del blog de Diego.
                                       (mi favorito es el de la telaraña.)


   En este segundo viaje a Exaltación de la Cruz pudimos disfrutar de lugares a los que no habíamos llegado el miércoles anterior, incluida la zona a la vera del Arroyo de la Cruz, impecablemente cuidada y que nos llamaba para una larga siesta que no pudimos permitirnos. También, a diferencia de la primera visita, en la que me costaba superar mi dificultad de ver algo particularmente inspirador para el tp, me encontré realmente disfrutando de la serenidad que ofrece Capilla. Pensaba en mis abuelos, y en lo mucho que me gustaría que pudieran vivir en un lugar así. Pensaba en cuánto me gustaría ir un finde con mi familia, sólo para estar a la vera del arroyo tomando mate. 
   No sé si me quedaría más de un finde eh, o de un tiempo limitado; creo que en algún punto me empezaría a inquietar en tanta quietud. Pensaba en cómo debe ser vivir allí, sobre todo para los más jóvenes. Una muchacha que Diego conoció en el primer viaje nos contó que muchos de los jóvenes, si quieren divertirse, suelen irse a Pilar o a otro lugar, ya que en Capilla hay pocos lugares para entretenerse. 
   Una cosa es verlo habiendo crecido afuera; siempre se percibe idílico, los de adentro siempre quieren "salir". 


   ¿Se acuerdan que les dije que después les contaba en qué había devenido algo de la nerditud que a Gabriel le llamó la atención de mi registro del rollo?

Bueno, al llegar a Pilar - lugar al que nunca había ido antes del viernes - mi mente fue enumerando cosas y oraciones que luego escribí en la Bitácora, aunque ésta vez no tenía que.
   Un ¿nuevo hábito? cortesía de Diseño Audiovisual I Campos / Trilnick.

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