Creo que una de las cosas que más aprecio de las buenas teóricas de la facultad es salir conociendo algo más, algo nuevo (o viejo), diferente; con la mente un poco más amplia, con esa sensación de que aún queda mucho para ver. Eso me quedó de esta teórica. Vimos muchas tomas ya conocidas y reconocidas como "grandes" fotografías. También muchas otras que desconocía. Y ya fuera de una u otra manera, lo importante era la pregunta: ¿Por qué? ¿Por qué son "grandes"?
Me alegra que nos hayan recordado y refrescado esa pregunta, porque al tener una foto vista tantas veces, tantas veces remarcada como de las mejores (en composición,uso de la luz, uso del espacio, etc.) como que se nos olvida... descomponerla. Preguntarnos.
Tratar de verlas por primera vez, de nuevo.
Otras preguntas, como "¿Es importante la autoría?" o "¿Hace falta que el fotógrafo sepa que tomó una gran foto?" también dan vueltas en mis apuntes. Ésa definitivamente fue una pregunta nueva, sobre todo en nuestra actualidad donde queremos ponerle nuestro nombre a lo que consideramos propio o a lo que hacemos, que no nos "roben" las fotos, que no las usen sin permiso, que sepan quién las tomó. Todas preocupaciones válidas, por supuesto, pero la(s) pregunta(s) no deja(n) de ser interesante(s). No hay respuestas rápidas, sino observación, reflexión. Seguir buscando otras preguntas, más que respuestas. Porque a partir de la teórica, el trabajo del taller siguió planteando(nos) preguntas y más preguntas, y el compartir con otros, el ver las miradas de otros,
todo se enriquece más.
Porque, como cerró la teórica, ¿Cómo sabemos que una foto es "gran"?
Cuando lo ponemos en contexto, comparándolo con otra cosa.
Cuando no lo desatamos de lo que lo rodea, de su época, de lo que lo provoca, de lo que evoca y/o propone, sino que lo aceptamos y lo sumamos a la ecuación para descubrir su valor.
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