Me agarró por sorpresa la colegiada.
Esperaba una teórica como las anteriores, así que fue una agradable sorpresa el ver esa carpeta con fotos nuestras. Interesante como cada uno encara el lugar que le tocó y lo que sale de ese encuentro.
Un encuentro de dos mundos: el que nos espera y el que somos nosotros, con toda nuestra carga de ideas, creencias, recursos, historia, gustos, ganas.
Algunos eligieron lugares que no sólo conocen, sino con los que tienen también una conexión personal.
Otros, lugares que no conocían personalmente, pero que son conocidos, digamos.
Y otros, lugares desconocidos que aprender a mirar.
Y es genial ver como todo eso converge en los resultados.
Además de compartir data geográfica y técnica, qué lindo es poder ver la foto y escuchar las opiniones, charlar sobre lo que vemos y escuchar a quienes las tomaron, además por supuesto de la devolución de los profesores, aunque a veces fue para que sepamos que vamos mal, ja ja ja. ¡De ahí sólo se puede ir para arriba! Y también trabajos tan encaminados... Cuando nos mostraron las fotos de la chica que está haciendo su trabajo en el geriátrico¹, y la posterior charla de corrección en el taller, la verdad que entendí qué es lo que buscan los profes, o mejor dicho, aquello a lo que nos empujan: que observemos, que contemos, que nos valgamos de nuestros conocimientos y nuestra intuición para lograr una foto que sea nuestra, que sea nuestros ojos. No una foto de catálogo, o una para hacer que el lugar se vea lindo. Sino una foto que no sacó nadie más, que es única como la manera de mirar de cada ser humano.
Una foto donde estemos nosotros, sin estar.
¹ Jael Díaz Vila :)
"Una foto donde estemos nosotros, sin estar."
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