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lunes, 26 de septiembre de 2016

El día en que la 211 enloqueció | Mesas de Adaptación (1° PARTE)

Enloqueció en la mejor de las acepciones.
Fue una de las jornadas más vivaces e intensas que he pasado en la facu.

   Tenés un boost de energía que no viene de ningún redbull. Es contagioso, además.
   Quizás tenga algo que ver con esto de que siempre somos los que están detrás de cámara, o de los bastidores, y el poder ponerle el cuerpo, hasta ser nuestros diseños es algo que empezábamos a resignar y que el jueves recuperamos y apropiamos.
  O puede que no todos se hayan sentido de esa manera, no sé.
  Para mí, fue como jugar. Jugar a disfrazarse, que me encanta. Jugar a caracterizarse, jugar a ser anfitrión, jugar a jugar en las instalaciones de otros. 
   Como en los actos o festivales de la escuela, o algo así. #Nostalgia

   Y además, muy orgullosa de ver las ideas y las ganas de todos - ya desde antes de las 2, cuando corríamos para armar y llegar con las cosas a tiempo, todo lo que se había preparado, ingeniado, o improvisado (si alguno de uds. alguna vez vió el programa Face Off - o de esa índole - me hizo acordar a los momentos de últimos retoques, jajaja).  Cuando me paraba arriba de la mesa y veía el taller rebosante de ideas, de colaboración, de interés o curiosidad. Agradezco muchísimo a la Cátedra el espacio que nos dan como estudiantes para reflexionar - explorar - diseñar, alentándonos no para perseguir un número en una libreta, sino a crecer y formarnos como futuros profesionales y, sobre todo, como personas que forman parte de una sociedad y un mundo lleno de preguntas, ideas, culturas, que vale la pena abordar, descubrir y aprender. Gracias.
   Espero que eso sea lo que se hayan llevado los estudiantes del CBC (#Nostalgia2?) habiéndonos visitado en un día justamente como el del jueves. Eso del Día del CBC no estaba cuando yo lo hice (allá lejos...?) y me parece una gran idea; muchas veces es confuso todo el mar de ofertas, nombres de materias, cátedras y uno no tiene idea de dónde se metió hasta que ya está adentro. Ojo eh, igual les va a pasar, pero por lo menos, menos.

   Con respecto a nuestra mesa, estoy muy contenta con la respuesta y la convocatoria que hubo, y que fue el resultado de una muy buen trabajo de colaboración en el grupo; nos llevó tiempo ponernos de acuerdo - al principio, por escasez de ideas, luego por abundancia. 

   Nuestra propuesta fue la de una colaboración artística, utilizando de Hokusai los conceptos de obra que se aborda desde varios lugares, se sigue transformando y extendiendo a través del tiempo, sin importar tanto el o los nombres de quienes la acuñaron, sino la obra en sí.
    Por supuesto que hay cosas a pulir. Nuestro plan era que cada persona que hiciera su marca en papel continuara el trazo de la persona anterior; queríamos ir enrollando el papel a medida que la obra avanzara, y recién al final descubrir la obra completa. Para la próxima vez, si la hay, Juane nos sugirió reducir el tamaño del papel, lograr enrollar el rollo, prescindir del cartel con la frase cursi - que la consigna se de y se entienda mediante el formato, y que no tengamos que explicarla.
 Sin embargo, la experiencia y sus componentes llamaron la atención de los que fueron parte de la muestra; se animaron y participaron con entusiasmo (una parte de nosotros estaba preparada para aceptar si no recibíamos muchas visitas) y muchos se interesaron por la cultura japonesa, lo cual me pareció un gran logro. 
¡Gracias por haber pasado a dejar su trazo!


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