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jueves, 16 de junio de 2016

Escena de "They Live" (1988), de John Carpenter - Análisis



Escena elegida: 
min. 20:34 - 21:45

   En la escena elegida vemos a John (Roddy Piper) observando con binoculares la iglesia frente al predio de carenciados donde se está quedando. Su amigo Frank (Keith David) se acerca al ver el gran interés de John, y tras preguntarle qué sucedía, las respuestas de John  - acerca de lo que hay dentro del lugar, lo que vio, y lo que está viendo- alertan a Frank, que le aconseja que no ahonde en el asunto y no se involucre.

   La escena arrastra información de la escena anterior: Fank, charlando con otras personas del predio, escucha acerca de gente en otros lugares hablando del fin del mundo, y comienza a observar con atención a John, que consigue que un muchacho le preste los binoculares.

   Esta escena, arranca con un Plano Pecho de John observando  a través de ellos en dirección a la Iglesia, como evidencia claramente la toma siguiente, con el uso de una viñeta con la forma de los binoculares, y el movimiento de cámara en paneo, que sigue el movimiento de los brazos de John, que ve a Gilbert cargando cajas en un auto, apresuradamente. Llega Frank, y se ubica detrás de él, en una toma de Plano Entero, para que quede establecida las posiciones de ambos y el eje de acción para los próximos planos y contraplanos que se utilizarán en su conversación - se va cerrando el plano paulatinamente, del plano entero a un Plano Medio compartido. En esta toma, ante la respuesta de John y la mención de un laboratorio, vemos como cambia la actitud de Frank: pasa de un aire de curiosidad a un sutil cambio de postura que denota una leve defensiva, preocupación. Con cautela pregunta a qué se refiere.
   Se intercala una vez más la subjetiva de los binoculares -un Plano Americano de  Gilbert y otro hombre hablando al lado del auto- hasta llegar a un primer plano de Frank, cuyo rostro expresa ya no curiosidad, sino lo contrario, desaprobación de la curiosidad de John, de hecho. Frank le aconseja dejar el asunto así, ya que no es de la incumbencia de ninguno. Pasamos al contraplano de John, que, sin embargo, ni ha girado para mirar a Frank, ni ha bajado siquiera un poco los binoculares, sino que continúa observando con atención. Le contesta que Gilbert esta allí, ayudando, y logra, por un segundo volver a incitar la curiosidad de Frank, que pronto gira a comprobar lo dicho, junto con el espectador, que lo ve a través de otra toma subjetiva de los binoculares.
   Un Primer Plano de Frank, nos permite ver su manifiesta molestia por la indagación de Nada, ya que considera una imprudencia poner en riesgo sus trabajos (y en el caso de Frank, por extensión, a su familia) y su seguridad (por algo que de hecho, por tal postura defensiva, él también considera sospechoso). Le recuerda a John el camino legal y decente que llevan ("Voy por la línea blanca") y le aconseja conservarlo, como es su intención, para no "molestar" y no ser "molestado". En una nueva toma subjetiva de los binoculares vemos al auto partir del lugar, con la cámara siguiéndolo en un paneo, y en el siguiente de John, éste por fin baja los binoculares, y lentamente gira la cabeza hacia Frank mientras le responde que la línea blanca, la mitad del camino, es el peor lugar para conducir, haciendo referencia a que el camino que se nos dice "correcto" puede llegar a ser el más peligroso, y lo seguimos sólo por miedo a encontrar otro.
   Finalmente, el contraplano del rostro de Frank muestra que éste comprende que no hará cambiar de parecer a John, y  considera que lo que está haciendo es una locura. Decide entonces sólo despedirse cortantemente y alejarse de él, a lo que Nada le contesta de igual manera, pero mucho más relajado y con un tono pausado y seguro.

   Ésta escena en particular marca el comienzo del arco de transformación de John, cuya curiosidad lo lleva a sospechar que en la Iglesia tienen lugar cosas diferentes de las que se aparentan. Ya no se mantiene al margen y no está en una posición defensiva y cautelosa como Frank, sino que anhela saber qué sucede, cuál es la verdad detrás de lo que ha visto dentro del edificio. La respuesta que da a su amigo da cuenta de las primeras grietas que se están produciendo en la confianza ciega que tenía en el sistema, o por lo menos, en la honestidad de ese grupo de gente, que se comporta de manera misteriosa y extraña.

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